Las contraseñas han sido un eslabón débil en la cadena de seguridad durante décadas. Además de su reutilización, sufren problemas que van desde una mala experiencia de usuario hasta costosas sobrecargas. La autenticación sin contraseña tiene como objetivo eliminar el uso de contraseñas, frases de contraseña y otros secretos compartidos en la autenticación al verificar usuarios y autorizar pagos.