Para realizar una adecuada gestión de riesgos es clave contar con una matriz de riesgos o mapa de riesgos, una herramienta que ayuda a facilitar este proceso en las empresas pues, entre otras ventajas, permite visualizar de una mejor manera los riesgos identificados a los que está expuesta la organización, así como a cuantificarlos y a definir los controles requeridos para mitigar tanto su probabilidad de ocurrencia o su impacto en caso de materializarse.