Con el auge del capital de datos y sus efectos económicos instantáneos, los acuerdos de intercambio de datos existentes se han vuelto complicados y son insuficientes para capitalizar el valor total del recurso de datos.
Con el auge del capital de datos y sus efectos económicos instantáneos, los acuerdos de intercambio de datos existentes se han vuelto complicados y son insuficientes para capitalizar el valor total del recurso de datos.
Con el auge del capital de datos y sus efectos económicos instantáneos, los acuerdos de intercambio de datos existentes se han vuelto complicados y son insuficientes para capitalizar el valor total del recurso de datos.
El desafío es descubrir cómo obtener beneficios de los datos a través del derecho a la portabilidad de datos. Entre estos, los problemas de propiedad de los datos son complejos y actualmente carecen de un concepto que permita el derecho a la portabilidad de los datos, propicie el libre flujo de datos transfronterizos y ayude en la aglomeración económica del ciberespacio. Proponemos definir el término “soberano de los datos” como una persona o entidad con la capacidad de poseer y proteger los datos. Primero, la palabra “soberano” se toma prestada de la noción económica fundamental de la “soberanía del consumidor” de William H. Hutt.