Las organizaciones actuales se enfrentan a la incertidumbre provocada por la inflación persistente; talento escaso y caro; y las limitaciones de suministro global causadas por la invasión rusa de Ucrania, los bloqueos por el COVID-19 y la escasez de energía. Esta triple contracción está afectando a las empresas a nivel mundial y directamente al panorama de amenazas a la ciberseguridad para 2023.